El lugar es impresionante y los exteriores te dejan boquiabierto. La atención de Estuard es de lo mejor. Hasta conocimos al propietario, un encanto real.

Pero la habitación en el sótano tenía más sombras que un culebrón.

la verdad es que ni bar ni restaurante, ¡qué decepción! además, el desayuno, siempre lo mismo y empezaba tarde. esperaba un detalle especial en mi habitación, pero parece que no soy VIP aqui. en fin, lo único bueno es que la cama estaba cómoda, aunque eso no compensa todo lo demás.

un jardín espectacular y un desayuno único

ambiente mágico, comida exquisita

decoración excesiva

La piscina estaba muy bonita, pero la habitación no tenía agua y el wifi fallaba.

Fue una selección óptima para un breve interludio en Motril con una buena relación calidad precio. La piscina fue genial para refrescarnos después de un día caluroso. Recomiendo llevar algo de comida o bebida, ya que no hay servicio de bar.

Recomendado para quienes buscan tranquilidad

La habitación que nos dieron, Buganvilla, era amplia y bien decorada, con una cama increíblemente cómoda que nos hizo dormir como bebés. Además, los jardines estaban impecables, lo que nos invitaba a relajarnos y disfrutar del paisaje.

No fue barato pero aún así aceptable.

Casa de los bates es un lugar maravilloso. Los jardines son impresionantes y crean un ambiente tranquilo. Las habitaciones son muy cómodas. Destaco especialmente la atención de Julio, siempre amable y dispuesto a ayudar. Además, el desayuno fue muy completo, ideal para comenzar bien el día.

lo recomiendo

Encantador lugar, ideal si buscas un escape entre jardines exuberantes y tranquilidad, además, las habitaciones son cómodas y bien decoradas, convirtiendo cada instante en una experiencia placentera.

Los jardines son impresionantes, creando un ambiente tranquilo y relajante. La habitación con vista al jardín fue cómoda y acogedora, lo que facilitó una buena experiencia de descanso.

El acceso al hotel puede ser complicado. el giro desde la carretera es un poco peligroso y el cartel de entrada es pequeño y poco visible, lo que puede llevar a confusiones. Además, el desayuno es bastante limitado y comienza un poco tarde, lo que no resulta ideal si tienes planes por la mañana. La falta de un bar o restaurante significativo hizo que tener que salir al pueblo para comer o cenar fuese poco práctico, especialmente en los días calurosos.

La Casa de los Bates es un lugar mágico rodeado de un jardín impresionante. La cocina ofrece platos exquisitos, y la atención del personal es excepcional. Julio y Philippe destacan por su amabilidad. Sin embargo, un hotel pequeño como este puede tener limitaciones en cuanto al suministro de agua y el servicio en la piscina.

La casa tiene un encanto especial, con jardines exuberantes que brindan tranquilidad. Las habitaciones son cómodas y bien decoradas, proporcionando un buen descanso. Sin embargo, el servicio en la piscina fue deficiente y no se ofrecieron suficientes opciones de comida. Además, el desayuno se sirvió más tarde de lo esperado, lo que no fue ideal para nuestras actividades matutinas.

No te puedes perder los platos fríos que probamos. la fusión de sabores era como una explosión en la boca. ¡Delicioso! Además, la paz y tranquilidad que hay dentro y fuera de la casa son una joya, y la personalidad de la casa, llena de historia, realmente te transporta. La cama era tan cómoda que dormí como un bebé.

Sin embargo, hay que decir que el lugar se desmarcó un poco. No había bar ni snack bar, y solo contábamos con un chico en la cocina que se fue durante un rato. La falta de agua en la habitación y un minibar vacío nos dejó secos después de horas al sol. Aunque luego conseguimos vino, la espera no nos permitió disfrutar de la terraza como queríamos.

un sueño culinario en un jardín privado, con atención de 10 y menú degustación excepcional

La Casa de los Bates es realmente un lugar mágico. La cena en el jardín solo para nosotros fue simplemente inolvidable. El chef nos sorprendió con platos exquisitos, un verdadero deleite. La atención fue excepcional, con un personal atento y amable. Además, el ambiente es tranquilo y perfectamente decorado. La habitación era acogedora y bien equipada, ideal para desconectar. Sin duda, ¡un lugar al que regresaré!